El monstruo de Chiclayo es aislado de los reclusos para no ser sometido

Juan Antonio Enríquez García, acusado de secuestrar y abusar de una niña de 3 años, fue encarcelado en el penal de Challapalca.

Este encarcelamiento se decidió para protegerlo de otros presos que, cuando entró en la penitenciaría de Picsi, amenazaron con darle una linda bienvenida.

Fuente: Latina

Es casi un código de prisión que los reclusos sometan a los que llegan acusados de abuso sexual. Por esta razón, el Instituto Penitenciario Nacional decidió trasladar al atacante a Challapalca, una de las tres cárceles de máxima seguridad del país, siendo está muy temida por los delincuentes.

Enríquez solo camina en ciertos espacios cubiertos de rejas a la manera de una “jaula”, pero lo hace solo, cuando los otros reclusos están en sus celdas. “Le asisten todos los derechos de los demás presos, ni más ni menos, pero si está aislado es para su protección”, dijo un supervisor de la prisión.

Señaló que permanecerá en prevención durante 15 días debido a un problema de protocolo por COVID-19 y luego será clasificado y transferido a uno de los pabellones.

Llego a Challlapalca el 20 de abril, donde se le indicaron las condiciones de su permanencia.

Juan, al igual que los demás detenidos, no tiene acceso a la tecnología: no tiene televisión, radio y mucho menos teléfono móvil. Su único entretenimiento será caminar y la lectura.

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